La llegada del verano supone un uso más frecuente del aire acondicionado como medida para aliviar las altas temperaturas que, en muchas ocasiones, se cuelan dentro del hogar. Para que el aire acondicionado funcione bien, dure más tiempo y su suciedad no afecte a nuestra salud, es fundamental saber cada cuánto hay que limpiar sus filtros y cómo hacerlo correctamente. De esta manera, evitaremos problemas tanto en su rendimiento como en nuestro bienestar.
¿Qué pasa si no limpiamos nuestro aire acondicionado?
Si queremos utilizar nuestro aire acondicionado en verano, pero resulta que llevamos mucho tiempo sin usarlo, estas son algunas de las consecuencias más comunes que podemos experimentar.
- Reducción en su capacidad para enfriar, que puede disminuir hasta el 30 % de su rendimiento.
- Incremento en el consumo de electricidad y, por consecuencia, en el gasto de la factura de la luz.
- Presencia de olores desagradables al poner en marcha el equipo.
- Aumento del nivel de humedad en el ambiente, ya que el equipo no regula correctamente el aire.
- Emisión de sonidos extraños o fuera de lo común, producto de la suciedad acumulada o piezas que no están funcionando bien.
- Posibilidad de incremento de fallos en el equipo debido al sobrecalentamiento del compresor.
- Disminución de la calidad del aire interior, lo que puede provocar tos, alergias e incluso problemas respiratorios.
- Reducción de la vida útil del equipo, ya que el esfuerzo extra unido a la falta de cuidado acelerará su desgaste.
¿Cada cuánto tiempo tenemos que limpiar el filtro de aire acondicionado?
Ahora que ya sabemos las consecuencias que acarrea no limpiar nuestro equipo de climatización, es importante resolver otra de las preguntas más importantes: ¿cada cuánto debemos hacerlo? La respuesta más lógica es indicar que todo depende del uso que se le dé y de dónde lo tengamos instalado. Sin embargo, existen unas recomendaciones generales que te facilitarán saber con qué frecuencia limpiar el filtro de aire acondicionado:
Limpieza básica de los filtros
La limpieza básica del equipo pasa por limpiar sus filtros. Se recomienda hacerlo cada 2 o 4 semanas si el equipo se utiliza de forma habitual, sobre todo durante los meses más calurosos del verano o si el aire acondicionado está en un lugar que acumule mucho polvo.
Mantenimiento a fondo
Al menos 2 veces al año es recomendable llevar a cabo una limpieza integral del aire acondicionado que incluya bobinas y el sistema de desagüe. Si además vives en un lugar con mucha humedad o una alta contaminación, lo ideal es hacerlo cada 3 o 4 meses.
Realiza una inspección profesional
Es recomendable que al menos una vez al año un técnico cualificado acuda a tu casa para revisar tu aparato de aire acondicionado e identificar posibles fallos. Algunos servicios manitas, como el que incluye la opción CLIMA del servicio de mantenimiento FACILITA de TotalEnergies, ofrecen una revisión y asistencia técnica de los equipos de aire acondicionado hasta 70 KW y pagar solo la mitad del precio del servicio durante el primer año.
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Cómo limpiar el aire acondicionado de tu hogar paso a paso
Ahora que ya te haces una idea de cada cuánto limpiar el filtro del aire acondicionado de tu hogar, es esencial que sepas cómo hacerlo para asegurar un mayor rendimiento y prolongar la vida útil de tu aparato. Te damos los trucos sobre cómo hacerlo paso a paso:
- Desconecta el equipo antes de empezar a limpiar
Antes de hacer cualquier cosa, asegúrate de apagar el aire acondicionado. Esto supone una medida básica de seguridad para evitar accidentes o daños mientras trabajas en él.
- Localiza y retira el filtro
Busca el filtro y retíralo con cuidado, sobre todo si es reutilizable. ¡Una pista! Normalmente, el filtro suele estar colocado detrás del panel frontal o en una ranura en los laterales, en la parte superior o en la inferior.
- Aspira el filtro para quitar el polvo superficial
Si tienes a mano tu aspiradora, pasa su cepillo suavemente por el filtro. Este paso ayudará a eliminar el polvo más suelto y las partículas más grandes, especialmente si el filtro no está muy sucio.
- Lávalo si el filtro lo permite
No todos los filtros son lavables, así que asegúrate de que el tuyo lo es antes de llevar a cabo este paso. Si la respuesta es afirmativa, enjuaga el filtro bajo el grifo con agua tibia. Para una limpieza más profunda, déjalo en remojo con agua y un poco de jabón suave unos 10 o 15 minutos.
- Déjalo secar al aire libre
Cuando termines de lavarlo y compruebes que ya no quede ninguna suciedad incrustada, déjalo secar al aire en un lugar ventilado. No lo guardes y, sobre todo, no lo vuelvas a colocar en el equipo mientras está húmedo. Esto podría generar moho y producir malos olores dentro del aparato.
- Reinstálalo con cuidado
Una vez verifiques que el filtro ya está seco, vuélvelo a colocar en el aparato y asegúrate de que encaje bien y quede firme. Reinstala también cualquier tapa o panel que hayas quitado antes para limpiarlo.
- Vuelve a encender el aire acondicionado
La prueba definitiva… Ahora, con el filtro limpio, el equipo debería de funcionar de manera más eficiente, sin ruidos extraños y produciendo un aire mucho más limpio que antes.
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