Cómo ahorrar en la factura de la luz con la calefacción eléctrica
Si el suministro de calefacción de la vivienda no es de gas natural, sino que la calefacción es eléctrica, el consumo de luz se puede ver disparado si no se hace un uso responsable de la misma. Con estos 15 trucos se puede ahorrar en la calefacción eléctrica sin necesidad de pasar frío.
15 trucos para ahorrar con la calefacción eléctrica
1. Escoger una caldera eléctrica eficiente
Los modelos más económicos cuestan unos 830 €, solo tienen aplicación en la calefacción y vienen con una potencia aproximada de 9 kW. Mientras que los modelos de alta gama, que son tanto para calefacción, como para agua caliente sanitaria (ACS), tienen un precio de 2.400 €.
Aunque la inversión inicial del modelo más eficiente es más cara, con el tiempo se amortizará en una factura de la luz más barata, ya que estos equipos tienen un consumo mucho menor que sus versiones más económicas.
2. Cambiar a una tarifa más barata
en las viviendas de la calefacción eléctrica se recomienda contratar las tarifas de luz más baratas. Se pueden comparar entre las distintas ofertas del mercado libre para conseguir una tarifa de precio fijo que permita usar los aparatos eléctricos a cualquier hora del día sin repercusiones mayores en la factura.
3. Ajustar la potencia contratada
Ajustar la potencia también es un factor importante para ahorrar en la calefacción eléctrica. Se recomienda tener un mínimo de 4,5 kW de potencia contratada, ya que el uso de este tipo de aparato se considera como equipamiento alto.
4. Instalar racionalizadores de potencia
Los racionalizadores de potencia son dispositivos que aseguran que el consumo eléctrico no se va disparar hasta hacer saltar los plomos. En caso de que se esté a punto de sobrepasar la potencia máxima contratada, un racionalizador ordenaría a los radiadores el encendido o apagado de modo que no se llegue a exceder el tope.
5. No cubrir los radiadores
Puede que secar la ropa húmeda poniéndola sobre los radiadores, o calentarla, sea la opción más rápida para salir de un apuro. Pero este sencillo gesto puede aumentar considerablemente la factura de la luz, ya que al cubrir los radiadores se forma una barrera térmica que impide que la casa se caliente como debería.
6. Controlar la temperatura del hogar
Se recomienda mantener una temperatura en el hogar entre los 19 y 21 grados durante el día para poder ahorrar energía. Y en cuanto a las noches, la temperatura ideal ronda los 16 grados. Mecanismos como los termostatos programables ayudan a mantener una temperatura óptima en la vivienda, y se consigue ahorrar entre un 8 y un 13 % de energía.
Es importante que la temperatura sea estable, es decir, hay que evitar las subidas y bajadas drásticas o el calor extremo, ya que, por cada grado de más en la calefacción, se consume un 7 % más de energía.
7. Apagar los radiadores en las habitaciones vacías
Es común tener al menos un radiador en cada habitación de la casa, pero no todas las estancias están ocupadas a la vez. Se recomienda apagar los radiadores de dichas habitaciones para evitar un desperdicio energético. O, al menos, reducir la temperatura; si van a estar encendidos no es necesario que estén al máximo.
Si van a estar apagados, lo mejor es cerrar las puertas de estas habitaciones para que así no se pierda el calor del resto de la vivienda.
8. Aislar puertas y ventanas
Apostar por un buen aislamiento térmico en los hogares conseguirá evitar que el calor se escape o se extienda hacia los espacios fríos y el exterior. Esto se puede conseguir poniendo burletes, alfombras o esterillas en los huecos que pueda haber entre la puerta y el suelo, o en el caso de las ventanas, si son de doble cristal mejor que mejor, ya que esto puede reducir hasta un 50 % de consumo.
9. Ventilar la casa temprano
Lo más recomendable es hacerlo en las horas de la mañana, durante unos 10 minutos, y evitar las tardes, cuando hace más frío y la casa está caliente.
10. Utilizar adecuadamente las persianas y cortinas
Uno de los trucos que no falla es aprovechar las persianas y las cortinas de forma adecuada. Durante los días soleados, lo ideal es tener las persianas subidas para permitir que los rayos de sol entren por las ventanas y ayuden a calentar el interior de la casa. Y en cuanto a las cortinas, sirven como un aislante de calor en las ventanas y evitan que no se escape tanto el calor y que no entre el frío de fuera.
11. Colocar paneles reflectantes detrás de los radiadores
Aunque pueda resultar una solución poco estética, este truco puede permitir ahorrar entre un 10 % y un 20 % en el gasto de la calefacción. Esta acción evita que el calor se acumule en la pared y facilita que se pueda dispersar por la habitación, así el espacio se puede calentar en menos tiempo.
12. Abrigarse en casa
Aunque parezca obvio, este truco pasa desapercibido. Se aconseja usar prendas cálidas para estar en casa y encender la calefacción solo cuando el frío es demasiado evidente. No hace falta ir con el plumas y la bufanda, pero sí con prendas de invierno.
13. Apagar la calefacción por la noche
No es necesario dormir con la calefacción puesta, salvo en casos de frío extremo. Se recomienda apagar la calefacción por las noches y tener unas buenas mantas que permitan mantener la temperatura corporal ideal mientras se descansa.
14. Programar el encendido de la calefacción
Dejar la calefacción encendida mientras no se está en casa es un desperdicio de luz y un gasto extra. La mejor opción es programar su encendido una hora antes de que se llegue a casa para así encontrar la vivienda con la temperatura adecuada sin tener que gastar de más.
Además, algunos radiadores tienen modos de programación diario y semanal. Así, se podrán establecer las temperaturas en función de los hábitos de consumo, presencia en la vivienda, horas de más frío… El hecho de programarlo mejora la eficiencia energética de su uso y supondrá un ahorro en la factura de la luz.
15. Revisar la caldera
Revisar la caldera y hacer un buen mantenimiento de ella permitirá ahorrar en la calefacción y evitará que se puedan producir inconvenientes futuros.
Muchos seguros del hogar incluyen estas revisiones, que tienen una periodicidad anual.
¿Cuál es la calefacción con la que se ahorra más?
Gas Natural:
La calefacción por gas natural es considerada más económica que la de electricidad. Gracias a la extensión de las redes de suministro, su instalación se ha popularizado en muchas casas españolas.
Electricidad:
La calefacción eléctrica actualmente es una de las que menos ahorro genera en la factura. Aun así, se puede elegir una tarifa de luz que se ajuste a las necesidades de consumo de calefacción, bien optando por una tarifa de discriminación horaria, o una de precio fijo, según los hábitos de cada vivienda.
Gasoil:
Aunque últimamente está perdiendo uso, en muchos hogares españoles se conserva la calefacción por gasoil. Este método tiene algunos condicionantes que juegan en su contra, como el precio del combustible, la necesidad de contar con un depósito y la contaminación que genera. Pero, aun así, se considera una de las vías que más calor genera.
Lo más preguntado
¿A qué temperatura hay que poner la calefacción para ahorrar energía?
Para poder disfrutar de una temperatura cálida en el hogar a la vez que se ahorra se recomienda que esta sea de 21 grados centígrados.
¿Por qué es importante ahorrar gas en calefacción?
Ahorrar gas en calefacción permite reducir el consumo energético, no malgastar energía en el suministro y mejorar las reservas energéticas del país.
¿Se ahorra calefacción al apagar los radiadores?
Si una habitación va a permanecer vacía, apagar o cerrar el paso del agua caliente a los radiadores de calefacción se traducirá en un ahorro considerable en la factura final.
¿Tienes alguna duda? Háznosla llegar a través de nuestro Buzón del Experto, estaremos encantados de responderte.