Pequeños gestos diarios para ahorrar en la factura eléctrica
La factura eléctrica es uno de los gastos más importantes de los hogares y también se encuentra entre los más difía mejor manera de pagar menos por la luz es reducir el consumo. Parece bastante lógico, pero hacerlo no es tan fácil como decirlo; esa reducción pasa por cambiar hábitos y ya sabemos lo que cuesta. Nos hemos acostumbrado a vivir con comodidades a las que ahora no queremos renunciar, como tener la casa fresca en verano y caliente en invierno, a bajar la temperatura del frigorífico más de lo conveniente o a dejar encendidas más luces de las que necesitamos para llevar una vida normal.
Además de este cambio de mentalidad, hay otras cosas que debemos tener en cuenta
1. Ajustar la potencia contratada para pagar menos luz:
El llamado término de potencia es un coste fijo independiente del consumo, que ronda el 20% de cada factura. Calcularlo bien en función de tus necesidades reales es el primer paso y te ahorrará mucho dinero.
Ese análisis y la opinión profesional son un pequeño gasto comparado con el ahorro en la factura que notarás rápidamente.
2. Adaptar los momentos de consumo a las horas de precio más bajo de la luz:
Seguro que con una mínima planificación y un poco más de atención al reloj, puedes cambiar las horas del lavado o de la plancha; algo que ha dado lugar a muchos chistes, siendo una recomendación muy seria que consigue importantes rebajas en la factura de la luz.
Puede ser algo complicado al principio gestionar los tres tramos diferenciados (punta, llano y valle), pero verás cómo en unos días te haces a las nuevas horas más baratas y adquieres una costumbre, con la que ahorrar dinero en electricidad. Y cuando llegue la primera factura más barata, te alegrarás de haber decidido ese pequeño cambio.
Como referencia rápida, piensa que la tarifa en las horas valle puede ser la mitad que en el tramo punta, lo que supone una gran diferencia, si puedes adaptar tus hábitos y concentrar el consumo en ese horario, evitándolo cuando más cara es la luz.
3. Apagar del todo los aparatos eléctricos para reducir el gasto de energía:
Haz una prueba muy sencilla: apaga todas las luces y recorre tu casa habitación por habitación; verás por todas partes esas lucecitas rojas del televisor, del PC, del router, la impresora o los cargadores de móvil permanentemente conectados a la red, aunque no se estén usando. Estás viendo las alertas de un gasto de luz extra que te puedes ahorrar sin perder un minuto. La diferencia entre “stand-by” y “Off” puede suponer un 10% de ahorro en tu factura eléctrica, que viendo la tendencia de los precios significará bastante dinero al final del año. Quizá como para invertir en eficiencia energética, que es otro tema importante a tratar.
4. Regular las temperaturas en tu vida, para ajustar la factura de la luz:
La temperatura del planeta cambia a lo largo del año, lo que nos obliga a consumir energía para hacer más confortable el ambiente en el que vivimos. Los hogares, las tiendas, las oficinas, los coches particulares y el transporte público, los cines y restaurantes… cada ambiente habitado tiene en el acondicionamiento térmico un enorme gasto energético. Y hoy en día no es una cuestión de supervivencia o salud, sino de pura comodidad. Pero una comodidad excesiva cuesta demasiado dinero.
5. Lavar con agua menos caliente consigue hasta un 55% de ahorro en electricidad:
Tanto la lavadora como el lavavajillas son igual de eficaces a 40°C que a 60°C y la diferencia puede llegar a ser del 55% de ahorro en la factura de la luz.
Si además de ese pequeño cambio miramos también las horas de luz más baratas, el ahorro será mucho mayor. Ya hemos hablado de confort y salud en el apartado de la temperatura en el hogar, pero seguro que las camisas y los platos podrán soportar el agua algo más fría, sin llegar a presentar una queja. El resultado será el mismo y el gasto en luz te sorprenderá. Estas decisiones horarias habrá que contrastarlas con la potencia contratada, para no hacer coincidir varios aparatos el mismo tiempo disparando el consumo energético en un momento concreto, evitando que llegue a saltar el limitador.
Siguiendo estos consejos y con un pequeño cambio de hábitos de consumo eléctrico, podemos conseguir un ahorro en la factura mucho mayor que el ofrecido por las compañías en sus campañas de precio. Tus decisiones diarias de cara a un consumo responsable son la mejor oferta de precio de la energía que puedes conseguir. Y está ahora mismo en tus manos.
Si quieres saber más sobre ahorro energético y eficiencia, suscríbete a nuestra newsletter y recibirás información de interés. O contacta directamente aquí y estaremos encantados de ayudarte.