Todo el mundo ha vivido alguna vez estar tranquilo en casa, cocinando, poniendo una lavadora o simplemente descansando y, de repente, que todo deje de funcionar y se haga el silencio. Se ha ido la luz y reina la confusión. Cuando pasa, es importante saber qué hacer si no hay luz en casa.
Buscar el origen del problema
Si no hay luz en casa, lo primero que hay que hacer es no entrar en pánico. Es cierto que se puede interrumpir el funcionamiento de electrodomésticos como la lavadora o la vitrocerámica, pero otros aparatos pueden estar sin luz durante varias horas sin que se produzcan pérdidas graves, como puede ser el frigorífico y el congelador. En este caso, es aconsejable no abrirlos a menudo para mantener el frescor.
Una vez detectado que se trata de un corte de luz, se deben buscar los posibles orígenes del problema.
Revisar el ICP
El motivo más habitual de los cortes de luz en casa es que se pretenda activar más electrodomésticos de lo normal. Esto supone que se haya superado la potencia que se tiene contratada con la comercializadora. Cuando esto ocurre, el Interruptor de Control de Potencia (ICP), los conocidos “plomos” o “plomillos”, se baja o apaga. De esta forma, se corta el suministro de electricidad.
Esto se debe a que las instalaciones eléctricas están diseñadas para soportar una determinada potencia eléctrica con seguridad. De hecho, a la hora de dar de alta la instalación por primera vez, es necesario presentar el Certificado de Instalación Eléctrica. En este documento se recogen las características de la instalación, incluidos los aspectos técnicos sobre seguridad. Cada titular de un punto de suministro decide qué potencia quiere tener a su disposición de forma simultánea. Esta debe ser menor que la potencia máxima permitida.
En la práctica, nadie tiene en la cabeza qué potencia se está utilizando en cada momento. Por eso, la potencia contratada tiene también la función de servir de límite de seguridad para evitar sobrecargas, incendios e incluso explosiones. Cuando se activan muchos electrodomésticos y se necesita utilizar más potencia de la contratada, el ICP se desactiva. El ICP se suele encontrar en el cuadro de luces, cerca de la puerta de entrada de la vivienda.
Comprobar que no sea un corte general
Si el problema no está en el ICP, la segunda razón más habitual de los cortes de luz suele ser un corte programado por la distribuidora. Normalmente, la compañía encargada anunciará con suficiente antelación el corte de luz para que los hogares afectados se puedan organizar. Dichos cortes suelen producirse por la mañana, en un horario en el que muchas personas están trabajando o que no molestan para hacer el desayuno ni la comida. Se puede consultar los cortes programados en la página web de la distribuidora correspondiente. El motivo de dichas interrupciones en el suministro suelen ser labores de mantenimiento.
Si no se ha recibido la notificación y el corte de luz se ha producido de forma inesperada, la mejor forma de comprobar si es un corte general o no, es ver si afecta a algún punto de luz fuera de la vivienda. Si se vive en un bloque de pisos es muy sencillo: solo habrá que salir al pasillo y tratar de encender la luz. Si no se enciende, se trata de un corte general.
Si no se vive en un bloque, la mejor forma de saber si se ha ido la luz sin visitar la web de la distribuidora es preguntar a algún vecino.
Otros posibles motivos
Si el ICP no ha saltado ni tampoco se ha producido un corte general, el problema puede ser alguno de los siguientes:
- Un diferencial estropeado: junto al ICP, hay otros interruptores que pueden permitir el paso de la corriente a ciertos electrodomésticos o estancias de manera aislada. Puede que alguno de estos interruptores esté averiado en la parte interna y no se aprecie a simple vista.
- Un fusible quemado: los fusibles son los elementos que protegen la instalación frente a aumentos incontrolados en la corriente eléctrica. Por eso, a veces se pueden quemar.
- Aparatos en mal estado: los electrodomésticos también pueden producir sobrecargas y provocar que la instalación no funcione correctamente.
- Un fallo de la compañía: aunque no es lo habitual, puede que se haya producido algún error por parte de la compañía eléctrica que afecte solo a una vivienda o a un puñado de ellas.
- Baja del suministro: si no se han pagado las deudas o se ha cometido alguna ilegalidad, la compañía eléctrica puede dar de baja el suministro de luz de forma unilateral. No obstante, antes de tomar esta medida, la empresa notificará repetidamente al titular del punto de suministro.
Qué hacer cuando se va la luz
Una vez que hayamos identificado el origen de la avería, podemos tomar algunas medidas
Si no hay luz por falta de potencia
Cuando se debe a que se ha excedido la potencia contratada, la luz se corta al conectar un aparato o activar una función que demanda más energía. En este caso, lo primero que se debe hacer es desconectar el último aparato o algún otro, de forma que ya no se exceda la potencia. Después, se puede volver a activar el ICP sin problemas.
No obstante, este puede ser un problema recurrente. Si la demanda de energía en el hogar ha aumentado, el titular del contrato deberá ponerse en contacto con la comercializadora para aumentar la potencia contratada. Se trata de un proceso muy sencillo.
Si no hay luz por alguna avería
Lo ideal sería poder identificar cuál es el origen del problema. Si el origen es algún elemento eléctrico (un electrodoméstico, un enchufe, una bombilla…), el corte de luz se puede evitar si se deja de usar. Si la avería se encuentra en la instalación eléctrica o no se puede localizar el origen, será necesario, en primer lugar, que nos pongamos en contacto con la distribuidora para confirmar que el problema no se ha originado en su suministro.
Finalmente, la última opción será la de llamar a un electricista. El especialista analizará el estado de la instalación y sustituirá las piezas que sean necesarias. De igual modo, si el fallo está en algún otro elemento, el electricista estará debidamente capacitado para sustituirlo sin riesgos.
Llamar a un electricista supone un desembolso que dependerá de la gravedad de la avería. No obstante, este coste se puede evitar. La mayoría de los seguros de hogar incluyen actualmente un servicio de electricista para solucionar problemas puntuales. De igual modo, muchas comercializadoras eléctricas también ofrecen servicios de mantenimiento que previenen estos fallos.
Si la interrupción la ha provocado la distribuidora
Si el corte está programado, lo mejor que se puede hacer es organizar el tiempo de forma que no se necesite utilizar ningún aparato eléctrico, como puede ser ducharse con agua caliente si se tiene un termo eléctrico o calentar algo en el microondas. Al estar programado, la corriente debe volver a una hora determinada. Por tanto, solo cabe esperar a que vuelva la luz.
Consejos para esperar mientras vuelve la luz
Si se ha llamado a un electricista o a la compañía y se debe esperar hasta que llegue a casa y solucione el problema, es conveniente tener en cuenta ciertos consejos:
- Tener siempre localizada una linterna con pilas. Puede que se vaya la luz de noche, por lo que una linterna servirá para iluminar la casa y poder moverse con libertad.
- Tranquilizar al resto de personas que vivan en la vivienda.
- Evita abrir el frigorífico y el congelador para que se mantenga la temperatura de los alimentos.
- No utilizar velas si hay alguna otra alternativa. Pueden provocar incendios
- Si hace frío en el exterior, no abrir puertas ni ventanas. Así se mantendrá el calor del hogar. También se pueden usar mantas y abrigos.
- Desconectar los dispositivos electrónicos para evitar que puedan sufrir una sobrecarga cuando vuelva la luz.