Con la llegada del verano, la necesidad de usar el aire acondicionado resurge en muchos hogares, particularmente en áreas alejadas de la costa. Tanto si se planea adquirir un equipo por primera vez como si se busca reemplazar uno antiguo, es importante considerar aspectos como el tipo de sistema de climatización y las particularidades de la vivienda.
Cómo funciona un aire acondicionado
Los aires acondicionados modernos funcionan a modo de bomba de calor reversible. Estos aparatos transfieren el calor desde un gas a baja temperatura a otro que está a más temperatura. En verano, eso significa que toman el calor del interior de la casa y lo mandan hacia el exterior. En invierno el funcionamiento es, al contrario, toman el calor del exterior y lo transfieren al interior. Son máquinas muy eficientes, ya que se gasta menos energía en trasladar calor de un lugar a otro que en producirlo.
Tipos de aire acondicionado
Según su diseño, los aires acondicionados se pueden catalogar en cuatro tipos:
Aire acondicionado inverter
Los aires acondicionados inverter constan de una unidad exterior y otra interior. Solo son aptos para climatizar una sola habitación. Gracias a la tecnología de bomba de calor, sirven tanto para enfriar como para calentar.
Son muy fáciles de instalar, ya que solo se necesitará colocar un soporte en la parte exterior de la habitación y el propio split inverter en la parte interior. Es importante tener en cuenta que la máquina de aire necesita tener suficiente espacio por sus grandes dimensiones. Suele colocarse cerca de las ventanas, en la parte alta de la habitación, puesto que el aire frío tenderá a descender.
Aire acondicionado multisplit
Una misma unidad exterior puede estar conectada a varios aparatos en el interior. Es lo que se conoce como un sistema de aire acondicionado multisplit. El funcionamiento es el mismo que en el caso del inverter normal, con la diferencia de que al contar con más unidades, la instalación será más cara, pero también permitirá climatizar más habitaciones. Además, también hará falta llevar los cables hasta las diferentes habitaciones, lo que puede resultar poco estético en la fachada.
Aire acondicionado por conductos
Los sistemas de aire acondicionado por conductos consisten en instalar una unidad exterior y otra interior, normalmente de grandes dimensiones, que distribuirá el aire refrigerado por conductos previamente instalados en un falso techo por toda la vivienda. La solución protege la estética de la casa, a la vez que mantiene una temperatura agradable en todo el hogar.
Este tipo de aire acondicionado es el más caro por el coste de instalar los conductos.
Al ir por falsos techos, hará falta ejecutar una obra de cierta envergadura. No obstante, a la larga puede ser una de las instalaciones más eficientes. Al enfriar o calentar toda la casa de manera uniforme, se reduce la pérdida de temperatura y el sistema tiene que activarse menos veces.
Aire acondicionado portátil
También existen máquinas de aire acondicionado portátiles. No requieren instalación, aunque en muchos casos necesitará estar cerca de una ventana para liberar aire caliente. Son aparatos de grandes dimensiones con mucha potencia para enfriar cualquier estancia. Liberan agua, que almacenan en un depósito hasta que se llena.
Comprar un aire acondicionado portátil es una opción muy versátil. Las familias que no pueden afrontar la inversión de instalar sistemas multisplit o por conductos tienen aquí una solución para enfriar cualquier estancia.
Qué tener en cuenta al comprar un aire acondicionado
A la hora de comprar un aire acondicionado hay que tener en cuenta muchas características. Algunas de ellas dependerán también de cómo sea la vivienda en la que se quiere instalar.
Potencia
El primer factor, y seguramente el más importante, es la potencia refrigerante del aparato. Deberá tener la potencia necesaria para enfriar por completo la habitación que se quiere aclimatar. La capacidad de refrigeración se mide en frigorías.
Para calcular aproximadamente la potencia que se necesita, se estiman 100 frigorías por cada metro cuadrado, siempre que la habitación tenga una altura de unos dos metros y medio. Por tanto, si la habitación mide 20 metros cuadrados, habrá que decantarse por un aire acondicionado de 2.000 o 2.500 frigorías. En caso de duda, es mejor optar por el aparato de mayor potencia, que gastará algo más, pero también enfriará más rápido. Si se instala uno menos potente, puede que no se llegue a enfriar bien la habitación.
Ruido
Los aparatos modernos emiten muy poco ruido al funcionar, aunque sí que pueden producir vibraciones. Un buen aire acondicionado no debería emitir más de 45 dB, lo que se traduce en un zumbido perceptible durante la noche.
La unidad interior rebaja aún más el nivel de ruido, no superando los 25 dB en la mayoría de los casos. Esto supone que se note el ruido del aire al pasar por la máquina, pero sin llegar a ser molesto.
Eficiencia energética
Los aparatos de climatización comprenden una parte importante del gasto energético de un hogar. Para minimizar su impacto, se puede optar por comprar aires acondicionados con la mejor clasificación energética. Cada dispositivo viene con una etiqueta energética homologada por la Unión Europea en la que se clasifican en una categoría de la A a la G según unos criterios de sostenibilidad y eficiencia.
Las máquinas con mayor eficiencia energética tienen un coste inicial mayor, pero permiten ahorrar dinero y, a largo plazo, siempre son una elección rentable. En las etiquetas a veces vienen diferenciadas la eficiencia energética al enfriar y al calentar.
Gas refrigerante
Actualmente se comercializan dos tipos de gases refrigerantes:
- El R410A es el más utilizado hoy en día, aunque su tendencia es que desaparezca en el futuro debido a que es más contaminante. Eso puede ser un problema en caso de que haya que realizar mantenimientos en el futuro.
- El R32 está menos extendido y puede ser complicado encontrar un aparato que utilice este gas y se adapte a las necesidades del usuario. Sin embargo, en el futuro se prevé que se utilice de forma generalizada.
Filtros
Los filtros determinan la calidad del aire que se respira, además de intervenir en la durabilidad de la máquina de aire acondicionado. Hay cinco tipos de filtros: lavables, de carbón activo, de plasma, electrostáticos y tipo HEPA. Según el modelo y la calidad, su efecto oscila entre captar únicamente polvo o eliminar virus y bacterias.
Facilidad de uso
Con el desarrollo de la tecnología, cada vez hay dispositivos capaces de hacer más funciones. Por ejemplo, hay unidades compatibles con una casa domotizada, de forma que se pueden controlar desde el móvil o una tablet, programar los momentos de uso e incluso guardar preferencias y patrones de uso.
Cuantas más funciones inteligentes tenga, mayor será su precio. Pero no se deben pensar solo en la comodidad, sino también tener en cuenta que estos programas pueden ayudar a ahorrar en energía y, por tanto, en la factura de la luz.
¿Incluye instalación?
Dependiendo de dónde se compre el aire acondicionado, quizás incluya el servicio de instalación. Es importante informarse, ya que se requieren unos conocimientos eléctricos y técnicos fuera del alcance de la mayoría de las personas. En la instalación intervienen gases con un alto impacto en la atmósfera, además de poder sufrir descargas eléctricas.
Si no incluye instalación, hay que tener en cuenta el sobrecoste a la hora de calcular la inversión a realizar.
¿Cuánto cuesta comprar un aire acondicionado?
Depende de las características del equipo que se quiera instalar. Se pueden encontrar aparatos de 3000 frigorías por entre 300 y 400 €, ideales para enfriar estancias no demasiado grandes. Los modelos más grandes, en instalaciones por conductos, pueden llegar a costar 2.000 o 3.000 €.
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