Cómo escoger la mejor tarifa y que no te engañen
A la hora de elegir la mejor tarifa de luz no solo hay que fijarse en el precio del kWh para el consumo eléctrico o la potencia contratada, sino que también hay que contar con todos esos pequeños costes extra que también se reflejan en la factura final. Por ejemplo, el Impuesto Eléctrico, el IVA, los peajes, o el alquiler del contador.
¿En qué fijarse a la hora de cambiar de tarifa?
Sin duda el factor más importante para elegir la mejor tarifa de luz es el coste del kWh. Este importe variará según se trate del mercado regulado o el mercado libre. Incluso dentro del libre, donde se tiene generalmente un precio fijo, también se puede optar por indexarlo al mercado o incluso contratar una tarifa de la luz con discriminación horaria. Una vez que se tiene claro este primer paso, es el momento de prestar atención al resto de aspectos que influyen en el precio de la luz que se pagará en la factura.
1. La potencia contratada
La potencia contratada es el coste fijo de la factura de la luz que determina cuántos electrodomésticos se pueden utilizar al mismo tiempo. Aunque dependerá, entre otros factores, del tamaño de la vivienda y del número de convivientes, lo habitual es contratar entre 3,4 y 4,6 kW. Es importante estar seguro de cuál es la potencia adecuada para cada hogar ya que puede ocurrir que se contrate un límite demasiado alto que incremente el precio de la factura sin necesidad.
Estos son los costes de cambiar la potencia contratada en una vivienda:
- En el caso de que querer bajar la potencia contratada el precio será de 9,04 € + IVA, en concepto de derechos de enganche.
- En caso de querer subir la potencia contratada se abonarán:
- Derechos de acceso: 19,40 €/kW + IVA.
- Derechos de extensión: 17,37 €/kW + IVA.
- Derechos de enganche: 9,04 € + IVA.
2. Mínimo de permanencia
Antes de realizar cualquier cambio de contrato, es importante revisar si en el acuerdo actual existe alguna cláusula de permanencia. En las ofertas de tarifas de luz en las que se ofrece un ahorro importante es bastante común ver esta cláusula, que además tendrá unas condiciones determinadas según con qué compañía se haya realizado el contrato. Sin embargo, según el Real Decreto 1435/2002, en ningún caso el compromiso de permanencia podrá superar el año de duración y la penalización no podrá ser superior al “5% del precio estipulado en el contrato por la energía estimada pendiente de suministro”. Cabe señalar que la cláusula de permanencia solo puede imponerse en el mercado libre y no en el regulado, por lo que cambiarse de la tarifa PVPC a una tarifa fija no supondrá problema alguno. Pero sí, en caso contrario.
3. Mecanismo de compensación al tope del gas
Tras la incorporación del mecanismo del tope del gas desde junio de 2022, todas las facturas incluyen el impuesto de ‘Coste tope del gas RDL 10/2022 REE’ que tiene como objetivo compensar las pérdidas a las empresas gasistas que han visto limitados los precios de venta de esta materia prima en el mercado energético.
Esta medida afecta a todas las tarifas del mercado, ya sean del regulado o del libre. Incluso a las tarifas planas. Por ejemplo, aun teniendo una tarifa con discriminación horaria, habrá un cargo extra en la factura de la luz que será mayor o menor en función de los kW consumidos y de los precios del gas en el mercado eléctrico. Por tanto, si se contrata una tarifa con discriminación horaria para aprovechar las horas valle de 00.00h a 08.00h, como durante esa horquilla temporal se utiliza más gas que energías renovables, mayor es la compensación que se reflejará en la factura y por tanto dejará de ser la hora más barata para consumir, aunque tenga un precio menor en la tarifa.
Conceptos básicos de una factura eléctrica
Una factura de la luz incluye tres bloques de costes:
- Potencia: es un concepto fijo de la factura que corresponde a la capacidad energética contratada para una vivienda. Es decir, cuanto más alta sea la potencia de un hogar, más electrodomésticos podrán ser utilizados al mismo tiempo.
- Energía eléctrica: es un concepto variable de la factura, se paga en función de la electricidad que se haya consumido. Incluye otros conceptos y supone el 60% de la factura.
El término de la energía, ¿qué es?
Uno de los costes que menos se entiende en la factura de la luz es el ‘termino de energía’. La potencia, los impuestos y el alquiler son aspectos regulados y fijos en la factura de la luz. Sin embargo, el término de la energía engloba más costes, y que no tienen nada que ver con el término de consumo.
¿Qué incluye el término de energía?
Acceso de Terceros a la Red (ATR) Energía:
Es un coste que cobra la compañía distribuidora de la zona por permitir al consumidor acceder a la red de distribución y se aplica tanto sobre el término de potencia como sobre el de energía.
Cargos regulados
Son los impuestos destinados a cubrir diferentes costes. En primer lugar, los cargos de capacidad, con los que se busca apoyar la financiación de las renovables, de manera que se incentive su producción, la cual es muy volátil al depender directamente las condiciones climatológicas. También se compensan los sobrecostes de producción de energía fuera de la península, o los déficit anuales del sistema eléctrico.
Pérdidas de Transporte y Distribución
Como en cualquier circuito eléctrico, la red de distribución tiene pequeñas pérdidas de energía a lo largo de todo el sistema de transporte, que son naturales e inherentes del propio proceso de conducción de la electricidad. Estas pérdidas se denominan técnicas, pero también hay pérdidas no técnicas, las que se corresponden a transformaciones ilegales de la red, como los enganches ilegales o las manipulaciones de los contadores.
Interrumpibilidad
Coste que se paga a grandes empresas e industrias para que cesen su consumo de energía en caso de que en una determinada ocasión el sistema eléctrico del país no pueda abastecer la demanda al completo, por ejemplo, en caso de fallo de producción en energías renovables por causas meteorológicas, o por un repunte de consumo extraordinariamente algo e imposible de predecir.
Margen comercial
Se paga a las comercializadoras por la prestación de sus servicios junto con un pequeño margen ganancial. Este impuesto puede ser un término fijo, que se actualiza cada cierto tiempo, o también variable, según los kWh consumidos, e incluso indexado a mercado, como en las tarifas PVPC.
OMIE y Red Eléctrica
Beneficio que se retribuye al trabajo de los Operadores de Mercado: OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Electricidad y REE (Red Eléctrica Española).
IMU
Impuesto municipal que se abona al ayuntamiento al que pertenece cada consumidor y se calcula sobre el término de energía excluyendo peajes y cargos.
El coste de la energía y el tope del gas
Es en ese concepto ‘coste de la energía’ en donde está apareciendo en las facturas del mercado regulado el importe por el tope del gas. Mientras que en las facturas del mercado libre se llama Mecanismo de Ajuste Real Decreto-Ley 10/2022.
En estas, en especial, es donde hay que poner una vista activa ya que los precios suelen ser ofertados sin impuestos y sin el mecanismo de ajuste, lo que puede hacer que aumente el precio final significativamente.
El bono social
El bono social es un mecanismo de descuento en la factura eléctrica, puesto en marcha por el gobierno para proteger a aquellos grupos de consumidores más vulnerables económicamente. Desde abril de 2022, esta rebaja en el precio de la factura eléctrica es financiada por todas las empresas del sector y, en el caso de las comercializadoras, el importe dependerá del número de clientes que tenga cada compañía y recaerá sobre ellos.
El importe lo estableció provisionalmente la CNMC en 11,14 euros al año, pero podrá sufrir modificaciones según se amplíen las retribuciones a los consumidores vulnerables. Este coste se traduce en unos 0,03 € al día para cada consumidor.
¿Tienes alguna duda? Háznosla llegar a través de nuestro Buzón del Experto, estaremos encantados de responderte.
