Ahora que ya hemos entrado de lleno en el verano, el aire acondicionado se convierte en un elemento imprescindible para soportar las temperaturas extremas que se suelen alcanzar en España. Es en este momento cuando nos encontramos con muchos bulos y falsas informaciones. ¿A qué temperatura es recomendable configurar el aire acondicionado al dormir? ¿Es malo para la salud?
Consejos para dormir con aire acondicionado
Hay noches en las que el aire acondicionado nos permite descansar con comodidad. Los entorno a 20 grados que se pueden alcanzar en las llamadas noches tropicales, afectan a la calidad del sueño y, si no ponemos remedio, a la mañana siguiente nos levantaremos con cansancio y pesadez. Para evitarlo, es conveniente seguir los siguientes consejos:
Escoger la temperatura adecuada para el aire acondicionado
Poner una temperatura muy baja no es bueno en la mayoría de los casos. Hay personas que reducen la temperatura con la idea de que así la estancia se enfriará más rápido. Sin embargo, los aires acondicionados convencionales no aumentan la potencia del aparato a menor temperatura. Esto solo hará que funcione durante más tiempo, aumentando el consumo de energía y acortando la vida útil.
Por tanto, no es aconsejable poner una temperatura muy baja. De hecho, para evitar problemas de salud, se recomienda establecer una temperatura de entre 22 y 24 °C. Con estos niveles, se puede dormir con tranquilidad.
Utilizar todas las funcionalidades de los aparatos
Los aires acondicionados suelen venir con un modo de ahorro de energía. Esta función permite acondicionar la vivienda para tener una temperatura perfecta sin tener que preocuparse por el consumo. Los aparatos son capaces de detectar cuál es la temperatura de una estancia y apagarse y encenderse automáticamente para mantener la temperatura según sea lo más eficiente.
Desde luego, también se puede programar el aire acondicionado para que se apague a una determinada hora o cuando haya transcurrido un periodo de tiempo concreto. Esta función puede ser interesante para ahorrar electricidad y, quizás, también sea suficiente para conciliar el sueño y tener un descanso reparador si la vivienda está bien aislada. No obstante, si no es así, apagar el aire acondicionado hará que la temperatura vaya aumentando durante la noche, afectando al descanso.
Por último, si se cuenta con aire acondicionado por splits o con rejillas inteligentes en los conductos, las lamas se pueden direccionar. De esta manera se evita concentrar el aire frío en un punto y se reparte mejor por toda la estancia. Si no se pueden direccionar las lamas, otra opción interesante es utilizar un ventilador de techo para distribuir el frescor por la habitación.
Efectos del aire acondicionado en la salud
El aire acondicionado, si se usa correctamente, no tiene efectos negativos sobre la salud. Sin embargo, no todo el mundo tiene en la cabeza qué significa usarlo correctamente.
Riesgos para la salud
Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “hasta un 20 % de los cuadros catarrales, laringitis, faringitis o procesos bronquíticos se producen en verano a causa del uso inadecuado del aire acondicionado”. El aire frío tiene un efecto irritativo e inflamatorio en las vías respiratorias. Las afecciones, no obstante, suelen ser leves, llevaderas y durar poco tiempo.
Los aires acondicionados, por su tecnología, también provocan que el ambiente se vuelva más seco. Esta sequedad es otro de los factores que provocan irritación y puede llegar a desembocar en ronqueras, faringitis, laringitis, otitis y sinusitis.
Por último, pero no menos importante, encontramos los gérmenes. Los filtros del aire acondicionado cumplen con las condiciones ideales para que proliferen bacterias y hongos que pueden afectar a nuestra salud. El caso más conocido es el de la bacteria Legionella pneumophila, que puede llegar a provocar cuadros graves de neumonía. Los hongos Aspergillus niger y Aspergillus fumigatos también son frecuentes y pueden provocar neumonitis, neumonía, rinitis y asma.
Hay que prestar especial atención a los grupos más vulnerables, como los niños, los ancianos y personas que estén padeciendo o sean propensos a padecer enfermedades respiratorias como la EPOC.
Cómo evitar o disminuir el efecto del aire acondicionado en la salud
Cuando se vaya acercando el verano y, por tanto, se vaya a usar el aire acondicionado por primera vez en mucho tiempo, es necesario revisar y limpiar los filtros. Con ello, se evita en gran medida la aparición de los agentes patógenos.
Al mantener una temperatura adecuada también se evitan los cambios bruscos de temperatura, que son la razón de la mayoría de los resfriados de verano. Además, también hay que evitar estar expuesto de forma directa al flujo de aire. Al dormir con aire acondicionado es especialmente importante, ya que permanecemos quietos durante mucho tiempo y se corre el riesgo de sufrir choques térmicos.
Por último, para mantener una correcta hidratación, lo principal es beber agua. Sin embargo, al dormir con aire acondicionado no podemos despertarnos constantemente para hidratarnos. Una posible solución es utilizar un humidificador. Estos dispositivos emiten vapor de agua en el aire para ayudar a mantener unos niveles de humedad aceptables.
Cómo evitar tener que utilizar aire acondicionado al dormir
Usar el aire acondicionado puede ser algo inevitable, pero lo que sí se puede evitar es tenerlo que usar durante tanto tiempo. Una buena forma de tratar de mantener una temperatura agradable sin usar el aire condicionado es bajar las persianas y mantener las ventanas cerradas. Al impedir que el sol incida directamente a través de los cristales, el aire y los muebles de la casa no se calientan.
Otra forma de refrescar el ambiente es abrir las ventanas por la mañana para crear corrientes de aire cuando la temperatura es menor. Esto, además, contribuye a que no proliferen gérmenes. Siguiendo varios de estos consejos, mantener la temperatura del aire acondicionado al dormir no será una preocupación este verano.