Cada vez es más habitual que suframos olas de calor en verano que hacen muy difícil hacer vida fuera de casa. Estas olas de calor también son las responsables de que tengamos conectados durante todo el día el aire acondicionado para mantener una temperatura agradable dentro del hogar.
Sin embargo, a nadie se le escapa que los sistemas de climatización son la principal razón por la que la factura de la luz se dispara en verano.
No obstante, hay formas de conseguir rebajar unos cuantos grados el calor que se acumula dentro de casa. Estos son 7 consejos para refrescar nuestras casas en verano.
1. Usa tejidos ligeros para refrescar la casa en verano
En España, la mayoría de las casas tienen cortinas para mantener la privacidad. Estas cortinas, sin embargo, pueden evitar que el aire circule y refrescar así el ambiente. Este aislamiento térmico, muy valioso en invierno, es un gran inconveniente en verano. Lo ideal es contar con dos juegos de cortinas diferentes. Las que se utilicen en verano deben ser de un tejido más fino y ligero, además de tener colores claros que ayuden a repeler los rayos del sol.
También hay otros elementos en la casa que pueden contribuir a mantener el frescor si se utilizan los tejidos adecuados. Por ejemplo, las sábanas de la cama, las alfombras, los faldones de las mesas y el revestimiento de sillones y sofás también pueden tener su propia “ropa de verano”.
2. Abre las ventanas por la mañana
Durante el verano, las temperaturas mínimas se consiguen justo antes de que amanezca. Por la mañana, el sol todavía no ha incidido con fuerza en el entorno y el aire no se ha recalentado. Es el mejor momento para abrir las ventanas y dejar que la casa se airee. El frescor del exterior ayudará a que la casa se ventile sin que suba la temperatura.
Cuando las temperaturas empiecen a subir, es aconsejable cerrar de nuevo las ventanas. En casas con buen aislamiento térmico, la temperatura exterior será mayor que la del interior, por lo que mantener las ventanas abiertas solo conseguirá que el aire caliente se filtre dentro de casa.
3. Refresca el suelo
En casas que tengan un suelo cerámico o de terrazo, se puede utilizar agua fría para rebajar la temperatura y humedecer el ambiente. Las casas que tengan instaladas tarimas y suelos de madera no pueden utilizar este consejo, ya que la madera que se humedece a menudo termina pudriéndose.
El agua es uno de los mejores reguladores de temperatura. Por eso también es recomendable mantenerse hidratados y beber agua en abundancia para regular la temperatura interna del cuerpo.
4. Concentra la cocina a mediodía
Las placas vitrocerámicas y el horno son los electrodomésticos que más calor generan, ya que se utiliza para cocinar los alimentos. Si se utilizan tanto para desayunar, como almorzar y cenar, durante todo el día estaremos utilizando un foco de calor que se irradiará al resto de la casa constantemente.
Si cocinamos en un momento concreto, aunque generaremos mucho calor, este se irá disipando a lo largo del día. Además, se recomienda cocinar a mediodía, que es el momento en el que hace más calor. Si se cocina por la mañana o por la noche, se pierde la oportunidad de aprovechar una menor temperatura para refrescar el hogar.
Hay otros electrodomésticos, como el lavavajillas o la lavadora, que también generan calor al usarse. En este caso, lo mejor es ponerlos por la noche, cuando el calor que generan no afecta a las personas que vivan en la casa. Con la cocina no se puede recomendar lo mismo: normalmente preferimos comer platos recién hechos. También hay que tener en cuenta que los dispositivos que se mantienen conectados, como móviles, ordenadores y televisores, también generan calor.
5. Evita la exposición directa al sol dentro de casa
Mantener la casa en penumbra es una de las claves para evitar que se caliente la casa. La mejor manera de hacerlo es bajando las persianas. De igual modo, si se cuenta con toldos en los balcones y terrazas, la sombra que generan también ayudará a que se mantenga una temperatura agradable. Se puede incluso aprovechar la domótica para configurar la hora en la que se quiere bajar y subir las persianas para adecuarlas a la exposición.
6. Utiliza plantas para refrescar estancias de la casa
Las plantas son grandes termorreguladores. Son capaces de captar el calor del ambiente y humedecer cualquier estancia. Por eso, una buena manera de refrescar una casa es repartir plantas en todas las habitaciones y regarlas con frecuencia. Además de refrescar el ambiente, también son un elegante elemento decorativo.
Entre las plantas más recomendadas se encuentran los potos, los helechos, las sansevierias y los ficus.
7. Crea flujos de aire
Los ventiladores no enfrían como los aires acondicionados, pero al mover el aire se reduce la sensación térmica. En caso de que no haga un calor extremo, los ventiladores, ya sean de pie o de techo, son una alternativa más barata a los aires acondicionados y no subirán tanto la factura de la luz a final de mes.
Otras formas de generar corrientes de aire es abrir ventanas en partes diferentes de la casa (como ya se ha recomendado anteriormente) y utilizar la campana extractora de la cocina para, de paso, eliminar olores.
¿Cuánto puede subir la factura de la luz si se usa aire acondicionado?
No es muy difícil calcular el consumo de una máquina de aire acondicionado, especialmente si se sabe qué potencia tiene. Un split de 3000 frigorías consume aproximadamente 1.320 kW/h. Una máquina de estas características, si tenemos en cuenta el consumo medio en España, puede suponer que la factura de la luz crezca un 15 % si se mantiene encendida 4 horas al día y alrededor de un 25 % si se utiliza más de 4 horas.