Cuando hablamos de domótica, nos referimos al conjunto de sistemas tecnológicos cuyo objetivo es el de aumentar el bienestar de las personas dentro de los hogares. Enchufes, persianas, electrodomésticos, bombillas… Todo controlado desde el móvil o tableta para que los usuarios puedan programar los equipos electrónicos y gestionar el consumo energético de forma cómoda, rápida y precisa.
Sin embargo, puede ser que aún haya dudas de si la domótica contribuye a ahorrar energía. En este artículo vamos a explicar todas las formas en las que la domótica ayuda al ahorro energético.
¿Cómo se puede ahorrar energía gracias a la domótica?
Según datos de la Asociación Española de Domótica (CEDOM), si se tuviera una casa completamente domotizada, el ahorro energético por hogar alcanzaría una media del 30%. Además, convertir una casa en un hogar inteligente supone una inversión mucho menor de la que normalmente se piensa. Por tanto, ahorrar está al alcance de la mayoría de los bolsillos.
Estos son algunos de los aspectos que se pueden domotizar.
Calefacción y aire acondicionado
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la calefacción es el segundo elemento de un hogar donde más energía se consume a lo largo del año. Suponiendo que toda la energía que se utilizara fuera eléctrica, la calefacción supondría un 27,9%. Por tanto, existe un amplio margen para reducir el gasto de energía y, consecuentemente, de la factura.
Si se utiliza un sistema de regulación de temperatura inteligente, tanto la calefacción como el aire acondicionado se pueden regular y encender en determinadas habitaciones o dependiendo de ciertas condiciones climáticas. Por ejemplo, existen rejillas inteligentes en los sistemas de aire acondicionado por conductos que permiten abrir o cerrar el flujo de aire en una habitación. Este sistema se puede complementar con un sistema de apertura y cierre de ventanas que evite que se pierda calor o frío.
Iluminación eléctrica y natural
Las personas que quieran empezar a domotizar su casa pueden empezar por la iluminación. Las bombillas inteligentes son muy baratas y se pueden controlar desde el móvil fácilmente. La eficiencia energética es clara si se activan funciones como la detección de movimiento, que hará que se enciendan las luces cuando se entre en una habitación y se apaguen cuando se salga.
Además, también se puede ir más lejos, ya que actualmente existen bombillas que se encienden gradualmente según la luz solar que haya. Es decir, que a medida que se vaya haciendo de noche, se irán encendiendo poco a poco. Esta función también se puede complementar con el control inalámbrico de toldos, persianas y cortinas.
Así, se aprovecha al máximo la luz que entra de forma natural por la ventana y se usa la energía justa. Según el IDAE, el ahorro energético puede alcanzar el 80%.
Electrodomésticos programables
En muchos de los electrodomésticos que se comercializan hoy en día ya se puede programar la hora en la que se quiere que empiece a funcionar. ¡A veces, la domótica no es nada del otro mundo!
Con estas funciones, los usuarios pueden aprovechar las horas más baratas del día para poner una lavadora o activar el lavavajillas y ahorrar, no tanto energía como dinero. Así, hay muchos usuarios que pueden sacar más provecho de tarifas con discriminación horaria o que tienen el término de la energía indexado al mercado mayorista.
Control del circuito eléctrico
Además de las bombillas inteligentes, otra pequeña inversión para domotizar un hogar es adquirir enchufes inteligentes. Eso permite encender y apagar dispositivos usando una aplicación de smartphone.
¿Quién no se ha ido a veranear y ha pensado en cortar el suministro de luz, pero sin apagar el frigorífico y el congelador? Con un circuito eléctrico domotizado, se puede configurar que solo se mantengan encendido esos enchufes y desconectar el resto de la casa de la red.
Ventajas de domotizar un hogar
Comodidad
Tener el control de tantos aspectos de la casa en el móvil es muy cómodo. Por ejemplo, permite tener flexibilidad para reprogramar electrodomésticos en caso de imprevistos o para encender luces o bajar persianas sin tener que levantarse del sofá.
Adaptabilidad e inclusión
La domótica no solo funciona desde el móvil, sino también por voz. Actualmente, se pueden utilizar asistentes de voz, como Alexa, para dar instrucciones y configurar el resto de aparatos. La barrera de entrada de la domótica para personas que no tienen soltura con las nuevas tecnologías se rompe.
Monitorización y control de consumo
Al tener toda la vivienda controlada de forma remota, es más fácil tener un mayor ahorro energético. Se pueden monitorizar más fácilmente nuestros patrones de consumo para alcanzar una mayor eficiencia energética.