Casas eficientes: consigue un hogar más sostenible

Casas eficientes: consigue un hogar más sostenible

Si tenemos que hacer una obra en casa, estamos en el momento ideal para modernizarla y conseguir ahorrar a lo grande en nuestras facturas energéticas. Y es que existe una amplia multitud de pequeñas decisiones que se pueden tomar para convertir nuestro hogar en una casa eficiente. A lo largo de este artículo entraremos en profundidad en lo que hace que una casa sea eficiente y cómo podemos tener una.

¿Qué es un hogar eficiente?

Las casas eficientes son aquellas que reducen considerablemente la energía que se necesita para vivir con comodidad. En muchos casos, utilizando materiales concretos en la estructura de la vivienda es posible evitar consumir energía de forma innecesaria. Así, se consigue unas condiciones de vida más sostenibles.

Para que una casa se considere eficiente, se deben cumplir una serie de requisitos. En la UE, cada país tiene un organismo que se encarga de expedir certificados de eficiencia energética que siguen unos criterios comunes. Estos certificados otorgan un nivel de eficiencia desde la A a la D y se usan como requisito para conceder algunas subvenciones. También hay otro certificado, el LEED, que reconoce globalmente edificios sostenibles y tiene en cuenta también otros factores como la ubicación o el uso del agua.

Tipos de hogar eficiente

Se puede distinguir principalmente entre tres tipos de casas eficientes:

  • Casas pasivas (o passivhaus): son aquellas que ahorrar energía mediante una buena planificación y utilización de los materiales y los espacios, sin que haya nada que produzca energía de forma activa. Por ejemplo, se tiene en cuenta la orientación de la casa para aprovechar mejor la luz del sol y tener así la luz encendida menos tiempo.
  • Casas autosuficientes: generan energía renovable, normalmente gracias a una instalación de placas solares o el uso de una fuente de energía geotérmica. Estas viviendas, además, cuentan con la tecnología necesaria para almacenarla y, así, no tener que depender de la red eléctrica habitual.
  • Casas energía plus: este último tipo es una evolución de las casas autosuficientes. Son capaces de generar un excedente energético. Este exceso de energía puede verterse a la red eléctrica y ahorrar aún más dinero.

Características de las casas eficientes

Las casas eficientes deben tener como objetivo consumir de la energía proveniente de fuentes no renovables la menor cantidad posible. Por tanto, a la hora de su planificación, se deben considerar las siguientes características:

  • Autoconsumo: si se puede, instalar un sistema que genere la energía que necesita el hogar es una decisión no solo sostenible, sino muy económica. Aunque la inversión inicial pueda suponer un esfuerzo, es muy sencillo calcular cuándo se amortizará.
  • Planificación bioclimática: este tipo de arquitectura permite adaptar las construcciones a las condiciones climáticas del lugar. Una casa que esté en el norte de España tiene un clima muy diferente al del sur, por ejemplo. Entre los factores que se tienen en cuenta encontramos la cantidad de horas de sol a las que está expuesta la casa, la frecuencia de las lluvias y la intensidad del viento.
  • Aislamiento térmico: una de las claves de la eficiencia energética es lograr un aislamiento térmico adecuado en paredes, techos y ventanas. El ahorro en climatización puede ser de hasta el 40 %.
  • Materiales sostenibles: constantemente se desarrollan nuevos materiales biodegradables con características cada vez más avanzadas, como una mejor conductividad o aislamiento.
  • Uso óptimo del espacio: un mismo espacio puede utilizarse de mil maneras diferentes. A la hora de diseñar dónde van las puertas, las ventanas, los radiadores, etc. Se debe tener una visión integral. Su buena colocación permitirá ahorrar en iluminación y en calefacción.
  • Tecnología inteligente: cada vez es más habitual encontramos con casas que tienen dispositivos como termostatos y bombillas que reconocen patrones de uso, de forma que pueden identificar las necesidades de los huéspedes y utilizar sólo la energía necesaria.
  • Instalación de alto rendimiento: utilizar sistemas más eficientes permitirá tener una casa más sostenible. Un buen ejemplo es plantearse utilizar bombas de calor basadas en aerotermia en lugar de en combustibles fósiles.

¿Cómo tener una casa eficiente?

Se puede conseguir una casa eficiente sin tener que empezar la vivienda desde cero. Tomando pequeñas decisiones y haciendo algunos arreglos, la eficiencia energética del hogar se puede disparar. Algunos de estos consejos son:

  • Revisar el grado de eficiencia energética: en ocasiones, es complicado saber por dónde empezar. Por eso, hay expertos que pueden analizar el grado de eficiencia energética del hogar y expedir los certificados correspondientes. Con este certificado, se puede empezar a ver cuáles son los puntos en los que se puede actuar
  • Instalar iluminación de bajo consumo: en el mercado hay multitud de bombillas, lámparas o luces LED que ahorran energía con las que es posible reducir considerablemente el consumo energético sin sacrificar luminosidad. Existen incluso modelos que regulan la intensidad de la luz según avanzan las horas del día, por lo que siempre se tiene la iluminación adecuada.
  • Adaptarse al entorno: conocer la forma en la que el sol impacta en la casa puede ayudar a tener una casa más eficiente. Por ejemplo, si en verano el sol da directamente a una ventana, tener las persianas bajadas puede ayudar a repeler los rayos de sol y evitar que la habitación se recaliente y haya que utilizar el aire acondicionado durante más tiempo. Si se cuenta con persianas domotizadas, se puede hasta programar el momento en el que se bajan y suben.
  • Utilizar electrodomésticos de bajo consumo: todos los electrodomésticos que se comercialicen tienen que mostrar su certificado de eficiencia energética. En él podemos ver cómo de eficientes son, es decir, la cantidad de energía que gastan. Según la normativa actual, los más eficientes son los marcados con la categoría A en una escala de la A a la G, aunque todavía hay algunos modelos que utilizan el etiquetado antiguo.
  • Aislar grietas y corrientes: cualquier rotura en el aislamiento térmico reduce su eficacia de forma considerable. Es importante identificar estos fallos y repararlos.
  • Cambiar las ventanas: si se está dispuesto a hacer una pequeña obra en la casa, las ventanas son uno de los elementos que más intervienen a la hora de conseguir un hogar eficiente. Actualmente se crean ventanas con doble acristalamiento capaces de capturar los rayos del sol e ir regulando la temperatura según haga falta aislar la vivienda del frío o mantenerla fresca.
  • Vivir la economía circular: pese a todos los consejos que podemos dar, ninguno como cumplir las tres R (reutilizar, reciclar y reducir). Utilizar menos productos y darles nuevas vidas es la mejor forma de tener un hogar sostenible sin necesidad de gastarse ni un euro.

Ventajas de tener una casa eficiente

Hay una motivación clara para construir una casa eficiente: el ahorro económico. En un primer momento, puede parecer que la inversión es muy elevada: los materiales y dispositivos de última generación son más caros, planificar y estudiar el diseño tiene un coste… Sin embargo, a medio y largo plazo, todas las inversiones terminan siendo rentables. El ahorro energético, poco a poco, irá compensándolo.

No obstante, aquí no se quedan todas las ventajas. Si pensamos únicamente en la sostenibilidad, una casa eficiente reduce el impacto medioambiental de nuestra vida. El utilizar menos energía proveniente de combustibles fósiles y emplear materiales biodegradables estamos reduciendo considerablemente la huella de carbono. Pero además, con una gestión inteligente del agua también se reduce la huella hídrica, esto es, la cantidad de agua que se desperdicia en casa.

Si el hogar eficiente está en grandes ciudades, un buen aislamiento térmico no solo ofrecerá temperaturas más agradables dentro de casa, sino que también se reducirá la contaminación acústica. Las mismas ventanas que evitan que los rayos del sol calienten demasiado la estancia o el calor se disipe en invierno también evitarán que entren ruidos indeseables de la calle.

Por último, aunque no menos importante, al hacer una casa más eficiente se está revalorizando. Las casas eficientes valen más dinero que las que no lo son, por lo que la transformación también puede formar parte de un plan de inversión inmobiliaria.

¿Merece la pena invertir en una casa eficiente?

No hay ninguna duda sobre la rentabilidad de una casa eficiente. Es un rotundo sí. Lo que hay que considerar es el tiempo que debe pasar para recuperar la inversión inicial que se ha realizado. Según la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), el precio de construir una vivienda pasiva se amortiza entre los 5 y 10 años de uso. No obstante, cada intervención tiene unos costes diferentes, por lo que habrá que considerarla de manera individual.

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