El consumo de electricidad en una casa varía todos los meses. Por tanto, no nos debe sorprender que el precio de la factura también cambie, especialmente en los meses en los que las temperaturas son más extremas y necesitamos utilizar la calefacción o el aire acondicionado en casa.
En este artículo profundizaremos en cuántos kilovatios-hora se consume de media al día en España.
Gasto medio de luz al día
Según el Boletín de Indicadores Eléctricos emitido por el CNMC en 2024, en España se está consumiendo una media de 9 kWh al día.
Esta cifra puede variar dependiendo de varios factores como el tamaño de la vivienda, el número de ocupantes, los electrodomésticos utilizados y los hábitos de consumo.
Para un desglose más detallado:
- Viviendas pequeñas o apartamentos (1-2 personas): Consumo medio entre 2,000 y 3,000 kWh/año.
- Viviendas medianas (3-4 personas): Consumo medio entre 3,500 y 4,500 kWh/año.
- Viviendas grandes (más de 4 personas): Consumo medio entre 4,500 y 6,000 kWh/año o más.
De todas formas, este consumo se ve afectado por factores como la eficiencia energética de los electrodomésticos, el uso de sistemas de calefacción y aire acondicionado, y la implementación de medidas de ahorro energético. Además, el aumento del uso de dispositivos electrónicos y la posible adopción de tecnologías como vehículos eléctricos pueden influir en el consumo total de energía de un hogar.
Factores que intervienen en el consumo energético
El elemento principal de la factura de la electricidad es el consumo. Por eso, conviene conocer qué factores intervienen en el consumo de medio de kilovatios-hora al día para poder utilizarlos a nuestro favor y reducir la cantidad de energía que necesitamos. Estos son los aspectos más importantes:
Tipo de vivienda
El tamaño de la vivienda afecta directamente al consumo eléctrico, especialmente cuando hablamos de aislamiento y climatización. Lógicamente, es más fácil calentar o enfriar una casa pequeña que una más grande. No solo llevará más tiempo, sino que también se necesitan instalaciones más potentes.
Por otro lado, no es lo mismo una vivienda unifamiliar que un piso. Los chalets están completamente expuestos a las inclemencias meteorológicas, mientras que un piso, en parte, se beneficia de las viviendas adyacentes. Si dos viviendas que comparten paredes, suelos o techos se mantienen a una temperatura similar, por tanto, la pérdida de energía térmica será menor.
Ubicación
España es un país con climas muy variados. Mientras que el norte es más lluvioso, en el sur las olas de calor son más intensas. Además, en su zona interior se alcanzan temperaturas más extremas que en localidades de costa. Todos estos factores también afectarán a la necesidad de instalar y utilizar sistemas de climatización.
Por tanto, la ubicación del hogar determina también por ejemplo, la eficiencia de instalar un sistema solar para el autoconsumo, la necesidad de instalar el aire acondicionado, o mismamente la necesidad de una secadora porque el clima no permita tender la ropa al aire libre.
Número de residentes
La cantidad de personas que cohabitan juntas y por tanto consumen electricidad también es uno de los factores principales. Cuantas más personas vivan bajo el mismo techo, mayor será su consumo eléctrico. Por ejemplo, con más personas, se tarda más en cocinar o se gasta más agua caliente.
Orientación
A muchas personas les sorprende que la orientación de una casa sea uno de los factores clave a la hora de calcular el consumo de luz. De hecho, se estima que una mala orientación puede aumentar la factura de la luz en hasta un 70 %. Una casa bien orientada recibirá más horas de sol, por lo que tendrá más luz natural durante el día y necesitará consumir menos energía para calentarse.
Aislamiento
Los muros y ventanas son las vías por las que se escapa la energía térmica. El aislamiento de la vivienda es un factor muy importante a la hora de determinar la eficiencia energética de un hogar. De poco sirve poner la calefacción si la mayor parte del calor se escapa.
Electrodomésticos
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), los electrodomésticos consumen más de la mitad de la energía de un hogar. Varios de estos aparatos se utilizan a diario e incluso el frigorífico está encendido de forma ininterrumpida. Cada vez que se enciende una luz, se pone una lavadora o se cocina en el horno, se está consumiendo luz.
Pero también hay otros dispositivos que se usan todos los días, como el ordenador o la televisión, que intervienen significativamente en el consumo de un hogar, incluso cuando se mantienen en modo reposo.
Reparto del gasto energético en el hogar
El mismo informe del IDAE compara qué porcentaje del consumo eléctrico se destina a cada elemento.
El consumo medio de kilovatios-hora al día se reparte de la siguiente manera:
- Un 55,2 % a los electrodomésticos
- Un 11,7 % a iluminar la casa
- Un 9,3 % a cocinar
- Un 7,5 % al agua corriente sanitaria
- El consumo de la calefacción suele ser un 7,4 %
- Un 6,6 % a los dispositivos que están en modo reposo
- Un 2,3 % a otros pequeños consumos y a la pérdida de energía.
Electrodomésticos que más gasto energético generan
El consumo de energía de los electrodomésticos varía dependiendo del modelo, el uso y la eficiencia energética. Los electrodomésticos que suelen generar más gasto en una casa son los siguientes:
- Aire acondicionado y calefacción: Los sistemas de climatización son generalmente los que más energía consumen debido a su uso continuo y la cantidad de energía requerida para mantener una temperatura confortable.
- Calentador de agua: Los calentadores de agua, ya sean eléctricos o a gas, consumen una gran cantidad de energía.
- Refrigerador y congelador: Debido a su funcionamiento continuo, estos electrodomésticos representan una parte significativa del consumo energético en el hogar.
- Secadora de ropa: Las secadoras de ropa, especialmente las eléctricas, utilizan una gran cantidad de energía para generar el calor necesario para secar la ropa.
- Lavavajillas: Los lavavajillas también consumen bastante energía, principalmente para calentar el agua utilizada durante el ciclo de lavado.
- Lavadora: Las lavadoras, especialmente cuando se utilizan ciclos de lavado con agua caliente, pueden consumir una cantidad considerable de energía.
- Horno eléctrico: Los hornos eléctricos requieren mucha energía para alcanzar y mantener altas temperaturas durante la cocción.
- Televisión y dispositivos de entretenimiento: Televisores, consolas de videojuegos, sistemas de sonido y otros dispositivos de entretenimiento pueden sumar una cantidad notable al consumo energético, especialmente si se usan durante muchas horas al día.
- Iluminación: Aunque la iluminación en sí no es un electrodoméstico, el uso de bombillas incandescentes, halógenas o LED en toda la casa puede representar una parte importante del consumo eléctrico, especialmente en hogares con muchas habitaciones y uso constante de luz artificial.
- Ordenadores y equipos de oficina: Los ordenadores personales, impresoras y otros equipos de oficina pueden consumir una cantidad significativa de energía, especialmente si están en uso constante o en modo de espera.
- Microondas y pequeños electrodomésticos: Aunque su uso puede ser esporádico, los microondas y otros pequeños electrodomésticos (como cafeteras, tostadoras, etc.) también contribuyen al consumo total de energía del hogar.
Cómo reducir la factura de la electricidad
Conocer la forma que tenemos de consumir electricidad nos puede ayudar a reducir nuestra factura de la luz. Estos son algunos consejos que pueden ayudar a pagar menos a final de mes:
- Adquirir electrodomésticos eficientes: como hemos comprobado, más de la mitad del consumo eléctrico se concentra en los electrodomésticos. Es importante invertir en aparatos que necesiten utilizar menos energía para cumplir la misma función. Esto es especialmente relevante en el caso del frigorífico, la lavadora o el horno. No hay que olvidar otros como el aire acondicionado o la secadora que, según las necesidades de cada vivienda, pueden volverse imprescindibles.
- Tener buenos hábitos de consumo: todos hemos oído a nuestros padres regañarnos por no apagar las luces cuando salimos de una habitación. Con eso, nos estaban enseñando a ser responsables con nuestro consumo de luz. Hoy en día, en los que utilizamos más aparatos electrónicos, es muy importante desconectarlos cuando no se están utilizando. Una forma de hacerlo es utilizando enchufes inteligentes o de domótica.
- Analizar la potencia contratada: la potencia es la cantidad máxima de electricidad que se puede suministrar a la instalación eléctrica al mismo tiempo. Para evitar contratar más potencia de la necesaria, es conveniente conocer cuánto consumen los electrodomésticos que podemos llegar a usar al mismo tiempo.
- Revisar la tarifa de luz: las empresas eléctricas suelen cambiar los precios de sus tarifas cada cierto tiempo y ofrecer promociones y descuentos. De vez en cuando, revisar las mejores tarifas de luz puede ser una forma de encontrar precios más bajos y ahorrar todavía más en la factura de la luz.
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