Desentrañando la estructura del sector eléctrico
Llevamos años utilizando sus servicios, viendo sus campañas de publicidad, sus logotipos en la factura de la luz que llega puntualmente a casa. Todos conocemos los principales nombres de las compañías que operan en el mercado de la energía eléctrica, pero quizá no somos tan conscientes de los apellidos y, al margen de los profesionales del sector y algunos usuarios avanzados, serán pocos los que saben exactamente qué es lo que hace cada uno.
Especialmente en momentos como éste, cuando la electricidad ocupa titulares y muchos minutos de presencia en los medios de comunicación, como tema de máxima actualidad que afecta ineludiblemente a nuestras vidas.
Las cuatro etapas necesarias para tener luz en casa
Para la generación de quienes vieron llegar por primera vez la electricidad a sus casas y negocios, la sensación de novedad y revolución debió ser tremenda, pero hoy se ha normalizado tanto el acceso al servicio que no le damos importancia; la luz está ahí, siempre disponible y con un suministro asegurado, siendo el precio el único factor que ocupa nuestra atención en determinados momentos, como el actual que estamos viviendo.
Como pasa con otras muchas cosas que ya forman parte de nuestro confortable modo de vida, vemos la necesidad y ventajas de tener electricidad a mano, pero nos despreocupamos del proceso que hace lo posible. Esos dos agujerillos en la pared a los que conectamos tantas cosas no son accesos a un mundo mágico, sino el resultado final de un gigantesco esfuerzo combinado, que lleva años perfeccionándose y creciendo para llegar a dar luz a cada rincón.
Toda una industria que se estructura en cuatro fases básicas perfectamente separadas y a cargo de diferentes empresas o unidades de negocio, que empiezan en la generación de la electricidad, continúan con el transporte a través de la red de alta tensión, para después distribuir la energía hasta los millones de puntos de conexión y, finalmente llegar a la etapa más cercana y conocida, que es la comercialización del suministro final a cada usuario. Veamos este recorrido en detalle, para entender mejor cómo se produce “la magia”.
La generación eléctrica: hágase la luz
Entrar a describir las distintas fuentes de producción de energía eléctrica nos llevaría a un repaso histórico que, en este momento, se hace innecesario. Dejémoslo en la mención genérica de los combustibles fósiles como principal recurso del pasado, y empecemos a cambiar la imagen de grandes chimeneas humeantes, por otra más actual de lo que ya se considera el futuro de la generación eléctrica: las fuentes renovables, principalmente solar y eólica.
Estas instalaciones donde se «fabrica» la luz han estado concentradas en manos de unas pocas empresas, debido a su altísimo coste y especialización técnica.
Pero de momento, las grandes empresas energéticas mantienen su peso en esta etapa, en un momento de plena transición.
La electricidad generada no se puede almacenar a gran escala, por lo que debe ser utilizada según está disponible, lo que hace necesaria una eficaz red de transporte.
El transporte de la electricidad: Red Eléctrica de España
REE es el operador del sistema eléctrico en todo el territorio español y tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad y la continuidad del suministro eléctrico en todo momento, 24 horas al día y 365 días al año.
Para ello gestiona en tiempo real la producción y la demanda, a través de datos instantáneos y previsiones obtenidas mediante algoritmos complejos, con los que obtiene la fiabilidad necesaria para mantener un flujo constante, ya que no existe un sistema de almacenaje suficientemente efectivo para acumular grandes excedentes de energía, como ya hemos comentado. Si hay una cierta capacidad de retención, usando embalses que cuentan con bombeo de retorno para elevar el agua cuando sobra energía en la red y, en momentos de mayor demanda, puede volver a emplearse para generación hidroeléctrica. Pero este sistema y otros disponibles en la actualidad, como baterías de sales fundidas o los depósitos de aire comprimido, no constituyen todavía soluciones rentables y eficientes.
Así que seguimos confiando en Red Eléctrica de España para cumplir su misión de transporte de electricidad en alta tensión, hasta su transformación en media y baja tensión para ser distribuida en el siguiente paso.
La distribución a usuarios finales: el mapa repartido
Ya hemos visto que REE se ocupa del transporte de la electricidad en alta tensión, hasta subestaciones repartidas por el territorio para, a partir de ahí, llevarla a los hogares, fábricas, comercios y oficinas donde se consume. De esta distribución se ocupan principalmente cinco compañías, cada una en su área geográfica, teniendo la obligación de mantener la red en perfectas condiciones de servicio y ocupándose de las posibles averías que se produzcan bajo su responsabilidad.
Los usuarios no podemos elegir la empresa de distribución; esa es la parte del sistema que nos toca. La podemos conocer a través del código CUPS que figura en nuestra factura o preguntar a la comercializadora con la que tenemos contratado el suministro y que, en muchos de los casos, será otra unidad de negocio de la misma empresa porque, como ya es sabido, el mercado de la electricidad es complejo y funciona con pocos actores y no hay mucho donde elegir.
Eso sí, a los consumidores nos queda la opción de buscar y decidir quién nos da las mejores condiciones en el último tramo de este viaje de la electricidad, que ya va llegando al paso final.
La comercialización: la cara de la luz que sí vemos
Aquí es donde están los nombres que sí conocemos y que tanto se esfuerzan por darnos las mejores condiciones y precios de la electricidad. La cosa es algo complicada de entender, pero los cables que recorren las paredes hasta llegar a los puntos de conexión son únicamente el medio por el que nos llega la energía que consumimos, y que se la podemos comprar a cualquier vendedor que opere en el mercado, aunque la generen, transporten y distribuyan otras empresas diferentes. Y aquí es donde se nos ofrece, por fin, la posibilidad de elegir entre todas las ofertas que tengamos a nuestro alcance. Ocurre parecido con los operadores de telefonía, donde dentro del mercado podemos elegir qué operador nos conviene mejor.
Conocer cómo funciona la estructura que soporta este complejo mercado es una información interesante, pero lo que de verdad merece nuestra atención es esta etapa de comercialización, que es donde nos jugamos el dinero.
Ahora que ya sabes más sobre el funcionamiento del mercado eléctrico, seguro que eliges mejor tu compañía el día que decidas plantearte un cambio de contrato de la luz, sin ideas preconcebidas ni ataduras.
Y si necesitas más información, no dudes en acudir a nosotros de nuevo. Suscríbete a nuestra newsletter y estarás al día de las últimas novedades. O contacta directamente aquí y estaremos encantados de ayudarte.