El precio de la electricidad ha sido una de las principales preocupaciones de los gobiernos europeos en los últimos años. La situación geopolítica protagonizada por la guerra de Ucrania ha llevado a que se tengan que tomar varias medidas y a que se haya hecho una reflexión profunda sobre la forma de generar y compartir electricidad. Dicha reflexión está dando forma a una reforma del mercado eléctrico de la que ya se pueden ver los primeros efecto.
¿Cuál es el impacto de la reforma del mercado eléctrico en el precio de la luz?
A partir del 1 de enero de 2024 entró en vigor la nueva fórmula para calcular el precio de la luz en España. Se trata de un cálculo en el que, por primera vez, se tiene en cuenta el precio de la luz a largo plazo y no solo el precio diario. De forma progresiva, los indicadores de los precios a largo plazo irán teniendo más peso. El precio se calculará de la siguiente manera
2023 | 2024 | 2025 | 2026 | |
Mercado diario | 100 % | 75 % | 60 % | 45 % |
Mensual | 0 % | 2,5 % | 4 % | 5,5 % |
Trimestral | 0 % | 9 % | 14,4 % | 19,8 % |
Anual | 0 % | 13,5 % | 21,6 % | 29,7 % |
Al tener en cuenta los precios a largo plazo, los cambios que se produzcan de forma repentina no afectarán de forma significativa a la factura de la luz. El resultado será que los precios mínimos serán más altos que ahora, pero los máximos bajarán, consiguiendo un precio más estable en el tiempo.
Este cálculo ya se está utilizando para calcular la factura de la luz del mercado regulado, así como la de las tarifas indexadas al mercado como el Plan Ahora de TotalEnergies.
Por qué es necesaria una reforma del mercado eléctrico
Desde 2021, la Unión Europea ha estado viendo cómo el precio de la electricidad ha ido subiendo, alcanzando cotas históricas durante los primeros meses de la guerra de Ucrania. El principal factor que ha llevado a esa subida es el aumento del precio del gas. Varios países europeos (como Alemania) dependen del gas ruso para poder abastecer de energía a sus industrias, por lo que las sanciones y vetos a Rusia ha provocado que el gas se tenga que obtener por otras vías a precios muy superiores.
Por la forma en la que funciona el mercado eléctrico actualmente, el precio de la luz lo marca la última industria necesaria para poder cubrir la demanda energética de la zona. Por eso, aunque en países como España la energía renovable tiene una presencia muy fuerte y en ocasiones tiene precios cercanos a 0 €, el precio suele ser más alto. Las centrales de ciclo combinado o que utilizan gas para generar electricidad todavía tienen que estar en funcionamiento para suplir los picos menos productivos de las energías renovables.
Por último, para aliviar la carga que ha supuesto la volatilidad de los precios en los hogares europeos, los gobiernos han tenido que tomar medidas de emergencia en las que ha habido cierta descoordinación y, en especial, falta de coordinación. Entre estas medidas se han visto el conocido tope del gas en la península ibérica o poder limitar las ganancias a las compañías eléctricas para evitar que aprovecharan los altos costes de las materias primas para subir aún más el precio de la luz a los consumidores.
Cuáles son los objetivos de la reforma
La reforma del mercado eléctrico que se ha llevado a cabo bajo la presidencia española busca cuatro objetivos fundamentales:
1. Fomentar la descarbonización
Ya en la década pasada, la UE empezó a moverse con el objetivo de ser un referente mundial en la creación de energía limpia y sostenible. No obstante, la crisis energética que se ha vivido en los últimos años ha generado una sensación de urgencia en muchos de los países más dependientes de los recursos fósiles. Por ello, uno de los objetivos de esta reforma es la de fomentar la implantación de más centrales de energía renovables. Se buscará alcanzar el objetivo de que el 45 % de la energía que se produzca en la UE en 2030 provenga de fuentes renovables.
La descarbonización se enfrenta a un gran problema. A medida que las energías renovables vayan asumiendo un mayor peso en el mix energético de cada país, irán desplazando a las fuentes que utilizan recursos fósiles. Por lo tanto, cada vez serán menos necesarias y el precio de la luz irá bajando. Esto hará que las energías renovables, poco a poco, vayan perdiendo rentabilidad. Si actualmente la energía solar tiene un precio de 10 €/mWh y el gas de 50 €/mWh, la energía solar está teniendo una ganancia extra de 40 €/mWh que desaparecerá cuando no sea necesario utilizar el gas. Esta pérdida de rentabilidad provoca que muchos inversores decidan poner sus fondos en otras tecnologías.
2. Estabilizar los mercados a largo plazo
Una de las principales características del mercado energético actual es que los precios se establecen a corto plazo. Cada día se hace la subasta energética, por lo que si las materias primas se encarecen o las energías renovables pronostican mucha producción de electricidad el día siguiente, el impacto en el precio de la luz es inmediato. Por eso se han tomado medidas como el cambio en el cálculo del precio de la luz en España.
3. Ofrecer electricidad más asequible
Si se consigue estabilizar el precio de la luz, lo más normal es que este sea asequible para los consumidores finales. Se buscará defender especialmente a los hogares más vulnerables, en los que las subidas súbitas de las facturas de la luz y el gas pueden llevar hasta a impagos. Será necesario crear protocolos de actuación para activar medidas como el bono social.
4. Mayor integración del mercado eléctrico
Todavía hay muchas diferencias entre los diferentes países. Por ejemplo, en Francia el 70 % de la electricidad proviene de la energía nuclear, mientras que en España el 50 % es de fuentes de energía renovable y en Alemania se ha desnuclearizado totalmente su sistema productivo. Con esta reforma se quieren dar los primeros pasos para crear una auténtica red eléctrica europea.
Medidas futuras de la propuesta de reforma del mercado eléctrico
Todavía tiene que emitirse un documento oficial con los últimos acuerdos a los que se ha llegado, pero con las declaraciones de los dirigentes en el último mes y las propuestas presentadas tanto al Consejo como al Parlamento Europeo, se prevé que se van a implantar las siguientes medidas:
Centros virtuales regionales
Los centros virtuales regionales (regional virtual hub) serían instituciones que se encargarían de estimar los precios de referencia de la electricidad a largo plazo en una región. Por un lado, esto ayudará a los operadores a ofrecer productos que cubran la demanda de energía a largo plazo y, por otro lado, hará que sea más fácil identificar las necesidades y fortalezas de las distintas regiones para caminar hacia una Europa más cohesionada.
Contratos por Diferencias y Acuerdos de Compra de Energía
Uno de los principales problemas a futuro es la ausencia de inversiones en energías renovables. Para conciliar la eficiencia a corto plazo con las inversiones a largo plazo, la Unión Europea propondrá fomentar dos tipos de acuerdos.
Por un lado, tenemos los Contratos por Diferencias (CfD), que actúan como seguros para los productores de energía renovable contra las fluctuaciones de precios. Consisten en acuerdos que permiten a los productores de energía vender su producción a un precio fijo. Si el precio de mercado ha sido más bajo que el que habían acordado, los productores recibirán la diferencia, consiguiendo así un ingreso mínimo. En caso contrario, será el productor el que pague la diferencia. De esta forma, los proyectos de energías renovables podrán tener una mayor estabilidad.
Los Acuerdos de Compra de Energía (PPA, en inglés) ya existen en la actualidad, aunque no están muy extendidos. Son contratos entre generadores y consumidores de energía a un precio acordado por ambas partes que asegura un flujo de ingresos estables para proyectos renovables. Suelen hacerse con base en una previsión a largo plazo y son bastante rígidos, por lo que el precio que marcan estos generadores no cambia durante la vigencia del contrato.