Con facturas tan complicadas, como para no equivocarse

Con facturas tan complicadas, como para no equivocarse

Claves para no perderse y que no te engañen

Ya sabemos que la factura de la luz es un galimatías. Tan difícil de interpretar, que procuramos evitar su lectura y, para dejarnos de líos, damos por buena la información que contiene, por impecable la suma de las diferentes cantidades y por rigurosamente exactas las lecturas. En los tiempos que vivimos, con todo perfectamente informatizado y controlado, ¿cómo puede haber un error? Pero los hay.

La propia Asociación de Comercializadores Independientes de Energía (ACIE) informó a la CNMC el pasado mes de febrero sobre la acumulación de incidencias y reclamaciones de consumidores. Sin entrar en los motivos ni el reparto de responsabilidades -al parecer se han dado también retrasos en la facturación de peajes y otros conceptos por parte de las empresas distribuidoras- lo que sí se muestra como una evidencia es que nos conviene revisar bien los números, porque errores hay y, como podemos imaginar, no suelen producirse a favor del cliente.

Las situaciones más habituales tienen que ver con desajustes de reparto de consumo en los diferentes tramos horarios, energía facturada en peaje distinta a la energía facturada en periodos tarifarios que no existen en ese tramo.

Los cambios normativos y las variaciones diarias de precios hacen que todo sea más complicado también para las comercializadoras, que no tienen el tiempo necesario para actualizar sus sistemas de lectura y facturación. Se ve que los nuevos contadores inteligentes no lo son tanto.

Así que vamos a darte algunos consejos para poder detectar si pagas lo justo en la próxima factura de la luz y, si tienes ganas y paciencia para ello, que revises las facturas anteriores para estar seguro de que todo es correcto y reclamar en caso contrario.

Dónde buscar los errores más comunes

Desde la entrada en vigor de los nuevos tramos de discriminación horaria, con tres periodos diferenciados a lo largo del día, una de las deficiencias más comunes en la factura es que no se refleje el detalle del consumo en cada periodo. Esa información se puede solicitar a la empresa comercializadora, que está obligada a proporcionarla.

Por supuesto, en el caso de facturas del mercado regulado, sujeto a cambios de precio frecuentes, comprobar si la tarifa aplicada es la correcta se convierte en una tarea realmente complicada.

Cuando se realiza un cambio de comercializadora, puede darse un error en el periodo de facturación y solaparse consumos entre la empresa anterior y la nueva. Comparando la última factura de una y la primera de la otra, debemos comprobar que las fechas sean correlativas, sin días duplicados. La distribuidora de zona, cuyo teléfono aparece en la factura, puede verificar a quién le corresponde facturar en cada momento.

Otro error que puede darse es la duplicidad de facturas; es menos común, pero más fácil de detectar, ya que bastaría con cotejar las facturas correlativas de nuestra comercializadora.

En ocasiones, la cantidad total a pagar ya nos indica que hay un problema, cuando la cifra se sale en exceso de la norma. Un cambio importante en el gasto, sin que se justifique con consumos superiores o sin haber ajustes pendientes tras lecturas estimadas en contadores antiguos, podría indicar un error en la lectura.

También es importante comprobar que las tarifas aplicadas son las que figuran en el contrato, tanto las de energía consumida en cada uno de los tres tramos horarios, como en las del término de potencia en los dos periodos diferenciados.

Se han dado casos de consumidores que han elegido tener su contador en propiedad y no alquilado a la compañía comercializadora, pero han seguido recibiendo en su factura las cuotas de alquiler correspondientes a ese concepto. A la larga, la compra del contador puede significar un ahorro, pero es importante comunicar ese cambio y asegurarse de que se toma buena nota de ello.

Tras detectar cobros indebidos, toca reclamar

Todas las empresas cuentan con servicios de atención al cliente perfectamente preparados para atender reclamaciones y solucionar incidencias. Podemos contactar con ellos por vía telefónica como primera medida, pero si es necesario aportar documentación para informar de los detalles y datos de comprobación, será más resolutivo el uso del correo electrónico o los formularios de contacto habilitados en las páginas web correspondientes.

Aunque puede haber retrasos y trámites pesados en algún momento, debemos confiar en la voluntad de las empresas de resolver los conflictos y mantener una buena relación con sus clientes, así que no dejemos de reclamar, si consideramos que se han cometido errores que supongan un perjuicio económico.


Esperamos haberte ayudado con esta información y te invitamos a seguir en contacto con nuestro blog, sus actualizaciones y publicaciones periódicas, para que consigas ahorrar en tu próxima factura. O contacta directamente aquí y estaremos encantados de ayudarte.

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