Reducir la potencia contratada en nuestro suministro eléctrico es una estrategia que a menudo pasa desapercibida, pero que puede ayudarnos a generar ahorros significativos en la factura de la luz.
En el siguiente artículo, analizaremos cómo funciona la potencia contratada y el impacto directo que tiene en nuestro bolsillo bajarla de acuerdo con nuestras necesidades. ¡Descubre cuánto se ahorra bajando la potencia contratada y cómo una simple acción puede traducirse en ahorros mensuales!
¿Cómo afecta la potencia contratada en la factura de la luz?
Ya sea por temor a experimentar cortes de luz, por falta de conocimiento de los costes, por anticiparse a sus necesidades futuras de energía o por comodidad, pero lo cierto es que muchos usuarios suelen contratar una potencia mayor de la que realmente necesitan, lo que se traduce en un gasto innecesario.
La potencia contratada no solo es un término técnico, sino un factor determinante en la factura de la luz que puede marcar la diferencia, haciendo que paguemos más o menos al mes.
Representa la cantidad máxima de energía disponible simultáneamente en el hogar, por lo que, sopesando la necesidad de energía de nuestros dispositivos y electrodomésticos, podremos ajustar la potencia contratada, garantizando que nuestro hogar funcione sin problemas.
Es fundamental comprender que la potencia contratada tiene un papel independiente en la factura de la luz. A diferencia del consumo eléctrico, la potencia contratada se mantiene constante y no guarda relación con la cantidad de energía utilizada día a día. Incluso durante períodos de baja demanda o cuando el hogar se encuentra desocupado, la cuota fija asociada a la potencia contratada permanece invariable.
Al ajustar esta cifra según nuestras necesidades reales y patrones de consumo, podremos evitar gastos superfluos y tener un mayor control sobre los costos generales de la electricidad, contribuyendo, al mismo tiempo, a un uso más eficiente y sostenible de la energía.
¿Cuánto se ahorra en la factura de la luz si se baja la potencia contratada?
Pero ¿cuánto podemos ahorrar realmente al bajar la potencia contratada? Los ahorros pueden variar según nuestra ubicación, hábitos de consumo y la diferencia entre la potencia actual y la potencia reducida. Sin embargo, se estima que, en términos generales, por cada kW de potencia que bajemos, podríamos ahorrar entre 40 y 50 euros al año.
Por ejemplo, si tenemos una potencia contratada de 4,6 kW, pagaremos lo siguiente para un precio del término de potencia de 0,123014 euros por kilovatio/día, que es el que ofrece la compañía TotalEnergies a sus clientes nuevos):
4,6 x 30 días x 0,123014 = 16,98 euros/mes
Normalmente los periodos de facturación son de dos meses, por lo que el coste de la potencia contratada será de 33,96 euros.
Siguiendo el ejemplo, si bajamos la potencia a 3,5 kW, los cálculos quedarán:
3,5 x 30 días x 0,123014= 12,92 euros/mes.
La factura bimensual será de 25,84 euros, lo que supone un ahorro de 48,72 euros al año, impuestos aparte.
Precio a pagar por potencia contratada
Potencia contratada | Precio mensual |
---|---|
3,5 kW | 12,92 euros al mes |
4 kW | 14,76 euros al mes |
4,6 kW | 16,98 euros al mes |
5,5 kW | 20,30 euros al mes |
*Impuestos no incluidos. Precio de la potencia: 0,123014 euros
¿Cuándo bajar la potencia contratada?
Cuando se tiene margen para bajarla. Por ejemplo, si rara vez utilizamos varios electrodomésticos al mismo tiempo o si nunca han saltado los plomos es muy probable que dispongamos de cierto margen para ajustar la potencia. Sobre todo, si recientemente se han renovado los electrodomésticos y estos son más eficientes, lo que significa que consumen menos.
El proceso para bajarla es muy sencillo. Una vez que tenemos claro cuántos kilovatios deseamos contratar, solo tenemos que contactar con la compañía e indicarle el cambio y el número de kW que queremos rebajar. A cambio, deberemos pagar un cargo de 10,94 euros en concepto de derechos de enganche. Esta cantidad se reflejará en la próxima factura bajo la categoría “derechos de enganche” y será la comercializadora quien lo haga llegar a la distribuidora.
Un cambio que vale la pena considerar, ya que el coste por subir la potencia es mucho mayor: unos 45 euros por cada kW que se incremente.
¿Qué potencia se recomienda contratar?
La potencia mínima recomendada para una vivienda de tamaño pequeño, entre 50 y 80 metros cuadrados, es de 3,5 kW y está indicada para un uso medio de iluminación y de pequeños electrodomésticos como el frigorífico, la plancha o el horno. En cambio, para una vivienda de tamaño medio, de hasta 110 metros cuadrados, con 3 o 4 residentes, 4,6 kW puede ser la potencia adecuada, siempre que no se use el aire acondicionado o la calefacción eléctrica a la vez que el resto de los electrodomésticos.
¿Esto que significa? Que depende del tipo de vivienda y de los hábitos de consumo de los que residen en ella.
Si estás buscando formas de ahorrar, de ser más eficiente en tu consumo de energía y consideras seriamente la opción de ajustar la potencia contratada, pero aún tienes dudas al respecto, no olvides que nuestros expertos estarán encantados de asesorarte. Escríbenos a través del Buzón del Experto y conviértete en un consumidor más consciente.